PIKOLINOS, para mí es sinónimo de calidad, elegancia, moda y distinción.
Así que fue una maravilla poder visitar sus instalaciones de Pikokaizen en el polígono de Elche Parque Industrial.
El 17 de Marzo a las 10:00 comenzó la visita. Todas preparadas para conocer las instalaciones: una fábrica por dentro y los secretos de una marca.
Mariola Muñoz, Técnico de eventos del Grupo Pikolinos, nos guió en esta visita. He de decir sobre ella , es que una gran representante de la marca, simpática, profesional, accesible y sobre todo, amante de la marca.
Entrar en las instalaciones y ver una nave industrial, dedicada al calzado, limpia y ordenada, fue lo que más me impactó.
Normalmente una fábrica huele a productos químicos, en este caso, no olía.
Nos explicó Mariola, que existen conductos para extraer los olores y que los tintes de las pieles tienen base acuosa, libre de disolventes para que no contaminen el medio ambiente.
Para que se entienda mejor el proceso os dejo un video de como se fabrican unos PIKOLINOS
Poder tocar la materia prima, los instrumentos de trabajo, nos acercaba un poco más al proceso de fabricación. Te hacen sentir que la fabricación de un PIKOLINOS, es la creación de una obra de arte para tus pies.
PIKOLINOS,en poco más de 30 años, ha ido creciendo, paso a paso consiguiendo crear una empresa internacional.
El grupo Pikolinos, adquirió en el año 2007 la marca Martinelli, un referente en la moda española, sinónimo de elegancia y distinción. Existente desde el 1973, Pikolinos volvió a darle la importancia que se merecía en el mercado, y eso se nota en el cuidado de la fabricación del mismo.
Un objeto, que llamó mi atención en la fábrica, fueron las pantallas de producción, algo inusual en nuestra industria zapatera.
Aquí las opiniones del grupo, fueron de los más diversas. Desde que era genial para la motivación al trabajador, hasta que esto era considerado una forma de esclavitud. No tuvimos la oportunidad de preguntarles al personal, pero es algo que creó gran controversia en el grupo.
La visita a la fábrica acababa ,pero ahora Mariola nos hablaría de la distribución(en su tienda PIKOLINOS) y el museo que existe en la propia tienda dedicado al mundo del calzado.
La entrada es de lo más espectacular, una figura del modelo clásico de pikolinos, sandalia trenzada que nunca pasa de moda(ROMANA), y un pequeño árbol que recuerda a los bonsais japoneses.
Un espacio en el cuál disfrutar del calzado. Poder sentarse en ese sofá , fabricado por las pieles PIES CUADRADOS, una delicia que te transporta a un lugar dónde comprar es lo de menos.
No pude contenerme y tuve que grabar la sensación de pasear por esta tienda PIKOLINOS
Y para los que necesitan más tiempo para decidirse, estaba el espacio relax, una cafetería con inspiración cosmopolita, y una vistas espectaculares a la piscina de bolas, las preferidas de los más pequeños.
Para que se puedan adquirir unos PIKOLINOS, sin tener que estar pendiente de los niños. Sólo les faltaba el monitor, y ya sería increíble. Lo pediré en la hoja de sugerencias la próxima vez que vaya.
Y para el final, Mariola nos reservó el plato fuerte de la tienda, su MUSEO. Una visita por la historia de la industria del calzado ilicitano, desde el punto de vista de un trabajador, como JUAN PERÁN. Cada una de las estancias, se notaba que estaba hecha con dedicación y cariño.Te transportan a otra época, al nacimiento del calzado en nuestra ciudad. Fábricas pequeñas, familiares, totalmente diferente a lo que hemos visto en PIKOKAIZEN.
Tener en el museo una oficina de los 80’s, eso no tiene precio, es un viaje al pasado, en el cuál a algunas de nosotras nos recuerdó nuestros primeros trabajos. Máquina de escribir, archivadores de metal, rejuvener 20 años de golpe.
Y siguiendo con el viaje al pasado entramos en una tienda de barrio,
En el museo pudimos encontrar, panales con fotografías de sus empleados: en acciones colaborativas, a la hora de la siesta, displays de antiguas campañas publicitarias, y hasta un tunel del tiempo en el cuál se explica la historia de PIKOLINOS, a través de unos paneles que ibamos atravesando. Una aventura en toda regla.
Un detalle que nos llamó muchisímo la atención , sobre todo a mí, es que Mariola era una abanderada de la marca MARTINELLI, y en sus pies lucía un par de ellos, clásicos, elegantes e indispensables en el armario de cualquier mujer de hoy.
Como no, nosotros tan fans de las fotos de grupo, nos hicimos dos instantáneas de lujo
Hasta aquí, nuestra maravillosa visita a PIKOKAIZEN, pero el futuro nos tenía reservada una sorpresa y esa misma semana en la calle nos encontramos con JUAN PERÁN, que accedió con una gran sonrisa a hacerse un retato con nosotr@s.
Y hasta aquí el post de la semana, espero que os guste y nos vemos a la próxima