YO NO ESTABA PREPARADA ….PARA COMPARTIR CAMA

Hola chic@s, este es mi primer post, lo otro era una presentación de mí misma con mi mecanisma , por si alguien aún no sabía quién era.

Hoy me lanzaré a la aventura de la convivencia en pareja, centrándome en la intimidad del lecho conyugal.

¿A quién de vosotros le costó dormir en pareja?, ¿A quién le resultó incómodo que invadieran su espacio vital?, ¿A quién le fastidia que en verano sin aire acondicionado y con 40 grados, tu adorable pareja este pegada a tí porque así le encanta dormir ?

No sé si alguno de vosotros siente lo mismo que yo, pero espero que haya alguien que se identifique conmigo, si no me sentiré un bicho raro, que ya lo soy, lo sé; Pero estoy segura que algun@s de vosotros habéis vivido situaciones similares.

Comencemos por el principio, con 26 años y con una escasa experiencia en compartir camastro, me encontré compartiendo cama con un hombre maravilloso, aunque también muy pegajoso.

Lo primero que hay que hacer es elegir que lado de la cama vas a ocupar, porque luego no te dejan cambiarlo, aunque en mi casa hubo que cambiarlo, porque miraba al pasillo y veia sombras y  a chillar como una loca… lo que no sé es como aún no han bajado los vecinos a matarnos…..

A mi me encanta dormir con los brazos levantados(posición estrella de mar), si , si, levantados como si estuviera bailando el  la,la,la de shakira. y siempre, siempre, dormir boca arriba, excepto durante el embarazo que me ví obligada a dormir de lado si no me ahogaba…

Pues lo dicho, boca arriba dormía la mar de a gusto en mi camita de 1,05, pero cuando tuve que compartir mi cama de matrimonio de 1,50 , con ese «ser maravilloso» que os comenté arriba, me dí cuenta que invadía mi ESPACIO

Diossssssssssssssssssssssssssssssssssss, como es posible que teniendo una cama de 1,50 , tenga que dormir apoyado en mí, no me concentro para conciliar el sueño, y en verano me aso literalmente con su cuerpo, que sí, que para un ratillo mola, pero toda la noche , eso para mi es demasiado.

Así que, procedimos a la división de la cama, MI ESPACIO, TU ESPACIO. Todo muy casero, vamos que pusimos una almohada para dividir la cama, si no era imposible que me durmiera.

Aún recuerdo la noche en que note que algo me rozaba la pierna, comencé a chillar como una loca,  como si no hubiera una mañana: HAY ALGUIEN EN MI CAMA,  y de fondo entre sueños escuché: Cariño, que soy yo… era Mario que casi le da un infarto con el grito ensordecedor que pegué. Dejando atrás este momento épico, volvamos a lo que nos importa

Al final hubo que quitar las almohadas divisorias porque me quitaban aún más espacio de la cama, jajaja

Y ya con la llegada de las niñas, tuve que compartir con 3 personas, nooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo, dónde quedó mi camita para mi sola y las horas de sueño tranquila , pues es como la foto de bajo pero con dos, vamos un horrror…..

Eso si, es genial que mis hijas y Mario me fastidien compartiendo mi cama de 1,50, pero siempre echaré de menos mi camita de 1,05……..